Con fe, esperanza y carrera, antorchistas de Caucel preparan el cuerpo y el alma

[vc_row][vc_column][vc_column_text]¿Creen que es fácil encontrar antorchistas en estos días en Mérida? Sí, hay muchos pero no salen de debajo de las piedras, tampoco. Y no es que uno va a una iglesia meridana o de las afueras de la ciudad, y ahí están los antorchistas esperando al reportero, no señor. Ni tampoco tienen oficina en la iglesia con un cartelito en la puerta que dice “Antorchistas”, ni mucho menos alguien nos pudo proporcionar teléfonos o mails para ubicarlos.

Pero la profesión periodística ante todo. Por eso, con mi compañero René nos dimos a la tarea de encontrarlos para platicar con ellos sobre cómo se preparan para el 12 de diciembre, Día de la Virgen de Guadalupe. Ya habíamos visitados varias iglesias sin éxito hasta que, al azar, René sugirió ir a la iglesia de Caucel (todavía no sé por qué eligió ese lugar, ¿Será que algo místico intercedió en su decisión?).

Lo milagroso ocurrió cuando entramos a la iglesia: Nos encontramos a dos jóvenes moviendo una imagen gigante de la Virgen Morena. Nos acercamos, René se encargó de las presentaciones y resultó que estábamos platicando con Carlos Alejandro Chan Lara, coordinador del grupo de Antorchistas “Mensajeros Guadalupanos”, quien con el subcoordinador Roberth Noh, estaban casi listos para retocar con pintura la imagen de la Virgen para su tan especial día. Todavía me sorprende el olfato periodístico de René o las circunstancias místicas del destino que nos llevaron hasta allá.

Alejandro es Alex, tiene 35 años, es antorchista desde los 15 y coordinador del grupo desde los 20. Más de la mitad de su vida dedicado en cuerpo y alma a la Patrona de México. Alex está contento y ansioso por los días venideros. Los 40 integrantes del grupo de antorchistas que coordina viajará a la Ciudad de México el 6 de diciembre próximo, visitarán la Basílica y luego irán de peregrinación por diferentes iglesias del país, hasta regresar el 12 a la Iglesia de Caucel. Estos antorchistas no van en bicicleta, ellos corren.

Alex nos cuenta que el grupo “Mensajeros Guadalupanos” está formado por gente de todas las edades. “Hay jóvenes, niños y adultos mayores, de tres a 60 años. También familias enteras. Lo que hacemos por la Virgen es una forma de agradecimiento por los favores recibidos y es también una forma de ejercer nuestra fe porque somos protagonistas del amor de la Virgen para que llevemos su mensaje”, remarca.

Alex también nos cuenta que la unión de los fieles en torno a la Patrona de México crece día a día. “Solo en Caucel participan 17 grupos de alrededor de 500 personas que irán a visitar este 12 de diciembre distintas iglesias del país. Durante los días previos a la pelegrinación, los antorchistas se reúnen para prepararse para el gran evento con pláticas relacionadas a la fe que mantienen entre ellos o que reciben de diáconos que los visitan.

Les preguntamos si reciben algún tipo de apoyo económico para este gran viaje y la respuesta fue negativa. “Es un sacrificio personal que hace cada fiel, cada familia. De regreso y a la altura de Campeche, ya nos comienzan a esperar en las iglesias para darnos alimentos, usar los baños y hasta pernoctar, eso es de gran ayuda. En el centro de México no ocurre lo mismo, la gente es más desconfiada, sin embargo los más humildes son los que más nos ayudan”, enfatiza.

¿Y qué sienten cuando cumplen con esta meta? ¿Qué pasa por sus cuerpos y cabezas cansadas cuando ya regresan el 12 de diciembre a Caucel? Alex sonríe y contesta casi de memoria, porque se nota que esta sensación ya la vivió muchas veces: “Llegas cansado pero de repente te olvidas de todo porque te recargas, te retroalimentas de fe y del amor de Nuestra Madre, quien siempre nos enseña”, concluye.- CGO.[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row]

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