Comparten Quintana Roo y Yucatán el abandono federal ante daños por tormentas

MÉRIDA.- Sin menospreciar a los campechanos, que también son excelentes hermanos peninsulares, pero a raíz del boom turístico registrado en Cancún y Playa del Carmen entre yucatecos y quintanarroenses hay una relación especial.

Este vínculo quedó de manifiesto ayer, con el anuncio conjunto que hicieron los gobernadores de ambos estados, Carlos Joaquín González, por Quintana Roo, y Mauricio Vila Dosal, por Yucatán, quien además fue anfitrión de este inédito esfuerzo que hacen los mandatarios para gestionar recursos que permitan a la gente recuperarse de los estragos que dejaron las tormentas tropicales Amanda y Cristóbal.

Las economías de ambas entidades ya estaban muy golpeadas por la crisis del coronavirus, pues como reconoció Mauricio Vila el cierre de hoteles y obras de construcción afectó a muchos yucatecos que encuentran ahí sus fuentes de empleo.

Por su parte, Carlos Joaquín reconoció que muchas comunidades quintanarroenses, en particular del centro y sur del vecino estado, comparten muchas similitudes con los municipios yucatecos.

Precisamente esas comunidades afrontan una realidad muy similar a la que tienen poblados yucatecos donde el Fonden no podrá apoyarlos, pues no cumplen los criterios que establece ese fondo de ayuda.

Vila Dosal citó que muchas viviendas afectadas por las inundaciones de las tormentas no podrán ser apoyadas porque no fueron destruidas en su totalidad, pero sus afectaciones son graves en instalaciones eléctricas y humedad en las paredes.

Mencionó el caso de la vivienda maya, aquella construida con techo de huano y paredes de tierra y bajareque. A los supervisores del Fonden les resulta difícil entender que, tras una inundación que casi alcanzó el techo de la vivienda, las maderas que constituyen la estructura de esas casas ya no sirven, pues han “chupado” humedad que en breve las dejará podridas.

Por eso el gobernador Mauricio Vila ha solicitado un apoyo especial para dichas vivienda, el cual está considerado en el Fonden, y que consistiría en una ayuda de seis mil a 12 mil pesos para cada una de las casas afectadas.

Aparte hay que considerar los daños que tuvieron en sus enseres y electrodomésticos, los cuales tendrán que ver cómo recuperan.

Como parte del esfuerzo conjunto, los gobernadores de Quintana Roo y Yucatán establecieron la necesidad de que los criterios del Fonden sean mejorados y se adecuen a la realidad que se vive en la Península de Yucatán, a fin de que realmente se pueda apoyar a las personas a recuperarse de sus pérdidas.

Las calles dañadas representan otro punto que está “bailando” con los criterios del Fonden, que establecen que solo podrán reconstruirse calles afectadas con un ancho de 12 metros, lo cual es imposible en las comunidades mayas de Yucatán y Quintana Roo.

Pese a que los supervisores del Fonden constaron que hubo calles partidas por las fuertes corrientes que ocasionaron las lluvias, no podrán ser reconstruidas con ese fondo de emergencias porque ninguna cumple con el requisito de tener un ancho de 12 metros.

Vila Dosal detalló que hay afectaciones en 16 mil 861 viviendas, lo que representa alrededor de mil 686 millones de pesos.

En infraestructura vial se consideran daños de 237 millones de pesos; en carreteras se calculan pérdidas de 153 millones de pesos, y en infraestructura educativa y deportiva se registraron daños por 55 millones de pesos.

También hay 31 millones de pesos en daños a áreas naturales protegidas, y 6.5 millones de pesos en infraestructura de salud.

“Sin duda, el Fonden tiene que permanecer, pero debe actualizar y mejorar sus métodos y criterios y lo que queremos es que puedan entender la situación por la cual estamos atravesando y, de alguna manera, ir buscando los mecanismos para que podamos ir recuperando, poco a poco, lo que hemos perdido”, subrayó Mauricio Vila.

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