Buscar empleo, más difícil que las cifras alegres del Gobierno

[vc_row][vc_column][vc_column_text]Los datos duros pintan bien. Desde hace cinco años y durante la actual administración del gobernador Rolando Zapata Bello, la tasa de desempleo bajó de 3.7 a 2.5 por ciento, se generaron 69,200 nuevos empleos y la 10° edición de la Feria del Empleo participan este año 48 empresas del sector de comercio, servicios e industria. Sin embargo, cuando uno camina por los stands y habla con la gente, la percepción es otra, la realidad contradice a las cifras oficiales.

Hoy se inauguró la Feria del Empleo en el Centro de Convenciones de la Canaco Servytur. Durante el evento, se dijo, se cubrirían mil 520 plazas laborales de distintas empresas con sueldos que van de cinco mil a 24 mil pesos, de acuerdo a cada puesto y categoría.

Durante el evento estuvo presente Ricardo Bejar Herrera, delegado de la Secretaría de Trabajo y Previsión Social en Yucatán. A él le preguntamos sobre el reciente aumento nacional del salario mínimo (de 80.04 a 88.36 pesos diarios), y opinó que el crecimiento existe y que van por buen paso, sin embargo hay que continuar.

¿Pero alcanza para vivir?, le preguntamos. “Falta por hacer, definitivamente y también depende de las empresas que muchas veces se quejan que no reciben postulaciones para sus empleos. Yo a ellos les digo que propongan mejores salarios y prestaciones a sus postulantes”, remarcó.

Empresas como Dunosusa, La Parrilla, Bepensa, Grupo Nicxa, Picorey, Millet Industria del vidrio, Los Trompos, El Niplito Grupo Lodema y Seguridad Privada Halcones, entre otras, eran algunas de las que ofrecían puestos de trabajo. En algunos stands, mientras recibían currículums y entrevistaban, algunos se formaban en cola para ser atendidos.

Falta de cultura de inclusión

Durante el recorrido, Yucatán Ahora platicó con Enrique Mandujano Marroquín, de 45 años, luego de una entrevista en el stand de Bepensa. Enrique es licenciado en Mercadotécnica con más de 20 años de experiencia pero su situación desde hace 10 años es especial: En 2008 tuvo un accidente en carretera que le dejó secuelas importantes como una pérdida de equilibrio que lo obliga a apoyarse en una silla de ruedas (aunque cuenta que puede caminar con muletas) y dificultades en el habla por una neuropsia. Sin embargo necesita trabajar para mantener a sus dos hijos.

“No es la primera vez que participo en ferias como esta y hay pocas empresas que tienen la cultura de la inclusión. Es muy difícil que hagan adecuaciones a sus oficinas para que puedas ir a trabajar en silla de ruedas y al final te terminan diciendo que no eres apto y ya”, explica.
Actualmente también busca que se respete la ley con cajones para estacionar, rampas con buen acceso y baños para personas con discapacidad de acuerdo a las normas internacionales.

Con un currículum intachable, Enrique no baja los brazos y después de dejar sus datos en Bepensa, se prepara para demostrar sus aptitudes profesionales en otro stand.

Priscila tiene 21 años y es la tercera vez que asiste a una Feria del Empleo. Busca chamba de ayudante de cocina. Cuenta que los trabajos que consigue son normalmente temporales que pagan alrededor de 2,300 pesos la quincena con prestaciones. La jornada laboral es de 10 horas, seis días a la semana.

Juan Alpuche tiene 52 años y hace un mes se quedó sin trabajo. Es casado, tiene hijos y busca un puesto administrativo, aunque no le hace el feo a nada porque la familia es primero. Espera tener suerte con las búsquedas a las que se postuló.

Jair Vela está del otro lado del mostrador. Él entrevista postulantes para “La Parrilla”, donde ofrecen varios puestos de trabajo. Jair cuenta que la jornada laboral es de nueve horas, con un día de descanso entre semana. Un mesero gana $1,120 quincenales más prestaciones y lo que se lleve de propina. El puesto mejor pagado es el de pastorero, que gana 7,000 al mes con prestaciones más propina. La Parrilla acepta solicitudes de empleo a postulantes de 18 a 40 años, ni más chicos ni más grandes.

Rosa tiene 33 años, dos hijos y se acaba de divorciar. El dinero no le alcanza. Hace años trabajó como administrativa y cree que puede conseguir otra vez empleo de lo mismo, aunque tiene miedo por la falta de experiencia reciente en puestos de ese tipo. “Lo hago por mis hijos y espero tener suerte y que salga algo. El dinero no alcanza, uno va al súper y todo es caro, pero hay que comer igual. Esperemos que esto cambie”.- CGO.[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row]

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