Buen yerno se topa con un “filtro sanitario” en pequeña comunidad de Yucatán

MÉRIDA.- Como buen yerno, Hernán Salazar García tras enterarse de las necesidades de sus suegros, con gran esfuerzo adquirió unos electrodomésticos y juntó despensa para llevarles todo esto hasta la comunidad de Xpanhatoro, comisaría de Tizimín.

Sin embargo, se topó con la insensibilidad de los comisarios municipal y ejidal que le pusieron trabas para la entrega personal de estos apoyos.

Apostados en un rústico retén, Magdaleno Ayala Mazum, comisario municipal, y Rosendo Baak Dzib, comisario ejidal, le dijeron “ma'” (no en maya) cuando el cargamento llegó procedente de Mérida el domingo pasado.

De acuerdo con Salazar García, a mediados de la semana pasada le informó al comisario municipal que iría a Xpanhatoro a llevar un refrigerador, una estufa y despensa para sus suegros que viven en la comunidad.

Al principio Ayala Mazum (quien es representante en el pueblo del alcalde de Tizimín, Mario González González) accedió, pero luego cambió su postura y sin mayor explicación se negó.

Hernán y su esposa no son ajenos a la comunidad, pues durante el año visitan varias veces a los papás de la mujer, quien es originaria del pueblo.

Enterado de lo que ocurrían en otros “filtros” de comunidades, Salazar García recurrió a la Comisión de Derechos Humanos de Yucatán (Codhey), que ha ordenado a los 106 alcaldes del estado que respeten el libre tránsito de la gente.

Mediante un trámite electrónico obtuvo una carta de la Codhey donde se establece esta recomendación para permitir la libre circulación de la gente, sin limitación de ningún tipo.

Cuando el domingo llegó con una camioneta en la que transportó los artículos, y por cuyo flete pago dos mil pesos, le negaron el paso en el “filtro” sin más argumento que un supuesto acuerdo que tomó la asamblea ejidal del pueblo para impedir el paso de gente ajena a la comunidad.

Luego de un rato de estar argumentando, finalmente una camioneta del pueblo salió a buscar los artículos y las despensas, para lo cual se tuvo que hacer un pago extra.

Durante el tiempo que Salazar García permaneció en el “filtro” recibió ofensas y burlas, incluso con señas obscenas cuando grababa con su celular exponiendo que ninguna de las personas que estaban en el puesto de control tenía cubrebocas y otros equipos de protección contra el Cobvid-19.

En dicho lugar nadie tenía caretas protectoras, tampoco había gel antibacterial y la gente pasa a criterio de los que están ahí, pues se sabe que han dejado pasar a gente que llega de Cancún.

Hernán y su esposa pedían solo 15 minutos para ver a sus familiares, decirles unas palabras y constatar que están bien.

La pareja vive en el fraccionamiento Piedra de Agua (Umán) e hicieron un gran esfuerzo económico al adquirir los electrodomésticos que tanta falta les hacen a dos personas de la tercera edad.

Finalmente tuvieron que regresar sin poder ver a sus familiares, desilusionados pero más que nada molestos por al actitud intransigente de las personas en el “filtro sanitario”.

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