[vc_row][vc_column][vc_column_text]Renata todavía no salió de la panza pero ya sabe lo que es ayudar al prójimo.
Porque desde que fue concebida, hace ocho meses y para la misma fecha en que sus papás Vanessa Rodríguez Dzay y Guillermo Solís Marín inauguraron el Café “Sabor a mí”, ella acompaña a sus padres desde la barriga en las actividades altruistas y culturales que el café propone a la comunidad y que cada día suma más seguidores.
Como hemos informado, el café “Sabor a mí”, ubicado en la calle 37 Nº 310 entre 32 y 34 de la colonia Jardines de Pensiones, aporta a la comunidad a través de la dinámica “Café para todos”, que consiste en llevar café y alimentos a personas en situación de vulnerabilidad gracias a las aportaciones de los clientes. Cada día 15 del mes, los dueños hacen un cierre de caja de donaciones y ellos aportan el doble del importe para organizar la ayuda.
De febrero a la fecha, las actividades han sido variadas y estos dos millennials de 30 años, junto con la chiquita que pronto nacerá, no tienen techo en proyectar para ayudar a la gente.
“Dicen que Renata vino con una cafetería bajo el brazo y me siento muy bien, feliz e ilusionada con todo lo que está pasando. En agosto y gracias a las aportaciones de nuestros clientes y lo que nosotros duplicamos, ofrecimos un desayuno en el albergue de la tercera edad ‘Casa de descanso de los abuelos’, en la colonia Sambulá. Llevamos café de Chiapas, fruta, croissants y agua de pepino. Pasamos todos un hermoso momento”, detalla Vanessa.
En septiembre pasado y a raíz del terremoto ocurrido en CDMX y otros estados del país, Vanessa, Mariano y Renata hicieron un cambio de planes.
“Tenemos un amigo en Oaxaca que nos contó que la comunidad de Juchitán había sido muy afectada por el terremoto. Inmediatamente nos pusimos en campaña para recaudar fondos para cosas muy específicas que nos solicitaron como pañales, leche para bebés y toallas femeninas, entre otras cosas. Nuestro amigo de Oaxaca vino personalmente a buscar la ayuda que recaudamos”, relata Vanessa.
Cada vez público variado de 14 o 15 años hasta familia con hijos se contacta con “Sabor a mí”, ya sea yendo al café o por la página que Facebook e Instagram. Allí Vanessa y Guillermo publican qué ayuda están organizando y hay gente que se ofrece a darles una mano, ya sea acompañándolos a servir los desayunos que regalan o conviviendo con los más necesitados.
LO QUE VENDRÁ
Y no sólo en menos de un mes llega Renata, sino también se viene otro evento altruista. Con el cierre de caja de mediados de octubre, la familia Solís Rodríguez planea ayudar a una familia en situación de calle.
“Una de nuestras clientas nos sugirió apoyar a una familia de papá, mamá e hijitos que ocupan una casa abandonada y ni colchones tienen para dormir. Planeamos contactarlos y con lo recaudado esperamos poder ayudarlos”, señala.
Vanessa también cuenta que marcha viento en popa el intercambio de libros que realizan en el café. “Tenemos huacales con libros. La gente llega con su ejemplar y lo puede cambiar por alguno que tengamos aquí. Desde que abrimos, ya intercambiamos el 80 por ciento de los libros”, cuenta, orgullosa.
Facebook: Sabor a mi
Instagram: saborami_cafe
CGO.[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row]