Arux propone un gobierno cercano a los petuleños

[vc_row][vc_column][vc_column_text]Considerar la situación actual en que viven los ciudadanos y ciudadanas fue parte de las ideas que presenté el sábado 2 de junio en la plaza principal de Peto, al hablar de mis propuestas de campaña política a la alcaldía, señaló Bernardo Caamal Itzá, mejor conocido como Arux, candidato a la alcaldía de Peto por el PRD.

Durante mis caminatas, reuniones vecinales y comunitarias tuve esa oportunidad de escuchar a nuestra gente. Además constaté nuevamente la situación en que viven gran parte de las familias petuleñas. Tuve la oportunidad de evaluar de forma cualitativa las colonias y comisarías de mi municipio, considerando la información previa que tengo desde hace algunas décadas, aunque esto es posible contrastar con otras fuentes informativas como los datos del INEGI, el padrón electoral o de los información cualitativa respecto a la gente que viaja los lunes a sus centros laborales y que regresan a Peto los fines de semana.

En la cabecera municipal de Peto pude palpar un gran número de predios en cuyos letreros que dicen “en renta…”, otros plenamente abandonados incluso tan solo unas cuadras de la plaza principal. Conforme uno se aleja uno del centro histórico de Peto aumenta el número de predios abandonados. Y de los servicios públicos ni qué decir, calles y alumbrado público en pésimas condiciones; en varias colonias y comisarías no hay agua con regularidad.

Asimismo constaté a un gran número de niños y sus familias que viven en extrema pobreza y no están consumiendo los alimentos necesarios para crecer y desarrollarse con plenitud, mientras que gran número de los adultos mayores están enfermos, y lo peor es que los servicios municipales creados para apoyar en temas alimentarios a niños de colonias populares (Centros Integrales para el Mejoramiento de la Alimentación en Yucatán, CIMAY) denunciaron que las autoridades municipales no los han apoyado.

“Sabemos de la terrible situación en que pasan los niños de estas colonias y la autoridad municipal ni siquiera nos envía lo básico para que funcione este espacio, todos los días tenemos que ver qué podemos cocinar para los niños, como no hay dinero, aunque queramos darles algo de carne para que consuman, pues no hay, como hoy por ejemplo, solo les daremos polcancitos, así trabajamos con lo que hay”.

En las colonias periféricas los niños y jóvenes viven en situaciones preocupantes. A varios me encontré sumidos en el consumo del alcohol y la droga, mientras que sus familias viven en situaciones precarias.

Algunos de los ciudadanos, al encontrarme caminando en las calles de nuestro pueblo, aprovecharon para hablar de los problemas que padecen o en su caso para denunciar que no les hacen caso. “Aquí en el Barrio Pobre desde hace varios años hemos solicitado a las autoridades a que mejoren las instalaciones deportivas y hasta el momento nadie nos hace caso, y dicen que trabajan por nosotros; eso no es justo, aquí en Peto no hay nada Arux”.

En Kambul, por ejemplo, un padre de familia nos comentó: “Mi hijo tiene talento y juega con equipo deportivos en Mérida pero aquí en Peto ninguna autoridad nos ha apoyado, cómo nos gustaría que nuestra juventud reciba el respaldo necesario”, señaló.

En Peto, autoridades de administraciones anteriores han hablado de la puesta en marcha de grandes proyectos deportivos y agropecuarios, pero al final terminan por “clavarse la lana o darle el proyecto a sus amigos”, por eso no hay avances en el pueblo.

Aquí con trabajo funciona el servicio de salud y casi siempre no hay medicinas. Sí es un caso medio grave pues aquí no hay atención, nos canalizan a los servicios médicos de Mérida, y es donde empieza nuestro calvario, desde cómo financiar nuestro pasajes para ir a la cita médica y sin contar que tenemos que esperar mucho y si el caso no es muy grave, en ese tiempo de espera se muere el paciente.

Aun viviendo en Peto no creas que es seguro contar con servicios médicos, tenemos graves problemas en este tema. Tan solo los fines de semana es como decir “prohibido enfermarse” porque si es un caso de traslado implica buscar la ambulancia municipal –y que no es fácil–, mientras que en las comisarías algunos tienen dispensario médico pero sin medicinas.

Es un reto vivir en las comisarías de Peto: si te muerde una culebra no solo pasarás los malos momentos por la fiebre, sino que vivirás en carne propia lo que significa la atención médica oportuna, y si fuese un accidente o robo de tus pertenencias, aunque veas al ladrón, éste es solapado por las autoridades en turno: es más, algunos trabajan en esas corporaciones policiacas.

Nuestras milpas no producen mucho pero tampoco tenemos mucho respaldo de las autoridades ni siquiera para ser interlocutor nuestro. Somos más de 200 que no hemos recibido hace más de un año el pago del Procampo, nuestras mujeres son hostigadas para que sigan votando por el partido que gobierna si no le quitan el programa, resaltaron varios durante nuestras caminatas.

Hoy día hace falta opciones que permitan generar empleos bien remunerados y buscar que los ciudadanos se queden en sus lugares de origen en donde trabajen y convivan con sus familias. Lo cierto es que las políticas públicas actuales y el resultado del trabajo de los malos gobiernos de los tres niveles del gobierno en las últimas tres décadas, tan solo en Peto, es posible resaltar de forma cualitativa sobre la situación actual en que se encuentran sus 32 comisarías (figura No. 4) y de esto podemos señalar que seis de ellas (18.75%) como Timul, Xoy, Papacal, San Dionisio, San Francisco, Temozón, es posible resaltar que se autoemplean gracias a la miel y de los productos del campo y no registran mucha emigración.

Doce comisarías (37%) tienen intenso flujo migratorio, sin embargo aún regresa su gente los fines de semana, entre estas comisarías figuran Justicia Social, Xpechil, Dzonotchel, Tixhualatún, Progresito, San Sebastían, entre otros.

En siete comisarías (21.8) solo residen de 2 a 8 familias, entre ellas Macmay, San Mateo, Santa Elena, San Bernabé.

En siete comisarías (21.85%), entre ellas Abal, Santa Ursula, San Diego, Xkanlol, la población ha emigrado. En muchos solares solo queda el basamento de sus casas o las huellas de que un día fue habitada por numerosas familias, y entre estas se encuentran las comunidades de Abal, Santa Ursula, San Diego, XKanlol, entre otros.

Esta campaña significa una proeza del equipo de petuleños conscientes de su compromiso social con su comunidad. Fue una campaña en un contexto de hambre y los otros partidos políticos aprovechan la situación para “maicear” a la gente y mantenerse en el poder.

Sin embargo, conscientes de que el sol sale para todos, motivamos a los ciudadanos a que no se dejen embaucar con las mismas estrategias de siempre de los partidos políticos que presumen de su poder de masas (que usan solo en tiempos de campaña despensas a diestra y siniestra, dinero en efectivo o material de construcción) pero que al llegar al poder gobiernan a espaldas de sus ciudadanos.

En cada una de nuestras reuniones vecinales hacemos conciencia del papel que tenemos todos los ciudadanos al momento de emitir nuestro voto, analicemos cómo queremos ser representados en el gobierno, además uno que trabaje para nosotros.[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row]

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