Anfitriones hablan de las ventajas del “Uber hotelero”

[vc_row][vc_column][vc_column_text]Sólo basta entrar a la página de Airbnb, dar unos clicks y ¡Voilá! Uno ya tiene casa, departamento o habitación en cualquier parte del mundo, entre ellos Mérida u otro rincón de Yucatán.

Esta empresa norteamericana que surgió en 2008 en San Francisco, California. Es una plataforma de software dedicada a la oferta de alojamientos a particulares y turísticos. Hoy en día, millones de personas la prefieren por sobre los tradicionales hoteles y esto pone en jaque a los empresarios del hospedaje en el estado de Yucatán, quienes se quejan porque dicen que la competencia que existe en desleal, ya que Airbnb no paga impuestos ni cuenta con normas de seguridad o capacitación que sí tienen los hoteles.

Si buscamos en la página web lugares donde hospedarse en Mérida, durante octubre, el sitio propone más de 300 espacios. En Progreso, por ejemplo, hay 73 y en Río Lagartos 17.

Yucatán Ahora habló con dos “anfitrionas” que ofrecen sus casas o habitaciones para albergar turistas nacionales o extranjeros, por lo que perciben un dinero que les permite un buen pasar. En forma sencilla, clara y sobre todo práctica, Airbnb les permitió aumentar sus ingresos mucho más que si rentaran sus propiedades por año.

EXPERIENCIAS DE ANFITRIONES

Xiomara es de familia yucateca, pero vive en la Ciudad de México.  Adora Mérida, donde pasó todas sus vacaciones en casa de su abuela. Uno de sus sueños siempre fue la de tener una casa en el Centro Histórico.

“Cuando murió mi padre, vendimos su casa en la CDMX y así como de magia, entré a buscar casas en el centro de Mérida y vi que vendían esa. Me gusta mucho la arquitectura y el diseño, así que vi la oportunidad perfecta para remodelar en un lugar en el que siempre había querido hacer esa experiencia”, cuenta.

Como ella y su familia viven en la capital del país y para que la casa se mantenga, la rentaron en Airbnb. “De esa forma se mantiene y nosotros podemos usarla cuando queramos”, explica. Para Xiomara la opción de la aplicación era la mejor ya que, comenta, las rentas en Mérida anuales son muy bajas comparadas con CDMX.

Xiomara arrancó con la experiencia Airbnb hace 18 meses y está más que conforme con este tipo de contratación. La casa tiene capacidad para seis personas.

“Como estamos lejos, la administración se la dimos a una señora que trabaja como camarista en un hotel del centro. De esta forma le dimos trabajo a alguien que lo necesita y se continúa esta cosa de ser como un socio de un servicio que brindas, porque entre mejor le vaya a los huéspedes, más de renta y más trabajo tiene ella”, detalla.

La anfitriona recibe el pago de parte de Airbnb vía Paypal o por depósito, donde ella lo determine. Sus huéspedes son de todas partes del mundo. Los europeos vienen más en primavera y verano, los mexicanos y estadounidenses en otoño e invierno. “La temporada más baja es ahora, al final del verano y principios del otoño”, añade.

El balance en estos 18 meses para Xiomara es muy bueno. “La única experiencia no tan agradable fue un huésped que dijo que venía con tres personas y al final metió como a 15, hicieron una fiestota y dejaron la casa muy sucia. Como fueron tres días nada más, no nos percatamos hasta que se fueron. Eran mexicanos”, cuenta.

El resto de las experiencias fueron todas buenas y por eso Xiomara recomienda a aquellos que tengan una casa, departamento o habitación para rentar, que prueben con Airbnb. Da tres razones:

  1. Te da la oportunidad de ganar mejor que rentando por temporada larga.
  2. Se siente muy bonito que alguien te diga que adoró tu casa o que decida pasar un momento significativo en ella, como el caso de la pareja holandesa que se casó en Mérida y eligió mi casa como refugio de amor.
  3. Porque poco a poco generas más opciones laborales y de mercado en una ciudad hermosa como Mérida, la ayudas a crecer.

Otro caso es el de Nayelli. Ella es propietaria de un departamento pequeño y en marzo pasado se decidió a probar con Airbnb para rentarlo.

“Yo tenía un lugar vacío y me recomendaron la APP para sacar más dinero que si lo rentara en forma anual y para continuar con la disponibilidad de mi espacio a través del bookeo de fechas cuando yo quiera”, explica Nayelli.

Entonces entró a la página y como ya había usado el servicio como huésped (“Me había hospedado en una habitación en Playa del Carmen donde todo estuvo perfecto, comenta), hizo click en “Conviértete en anfitrión” y siguió todos los pasos que le solicitaba la aplicación.

“Me inscribí como anfitriona, subí fotos del depa que ofrecía, lo describí y ellos te van guiando y hasta te sugieren el precio que puedes cobrar, según la zona y el espacio”, detalla.

Para Nayelli la sorpresa fue que, apenas subió las fotos, ya tenía reservaciones para el 1 de abril. Desde entonces nunca dejó de rentarlo, siempre en fechas convenientes para ella.

“Fue rapidísimo, subí las fotos y se rentó inmediatamente. La APP la tengo en el celular, recibo la reserva y elijo si la apruebo o no. Como no vivo en el lugar que ofrezco como hospedaje, normalmente lo tengo en reserva automática”, explica.

El pago que Nayelli detalla en la página de Airbnb es el que el cliente abona un día después de hacer uso de las instalaciones y por el tiempo que se quede. “Llega el huésped, checa que todo sea como en la fotos y en la descripción del hospedaje y al día siguiente hace el pago a Airbnb. A mí me pagan ellos a través de Paypal. El precio que le aparece al cliente para pagar no es el mismo que yo le cobro porque hay una comisión adicional que factura Airbnb que desconozco y que la paga, claro, el cliente”, señala Nayelli.

Aunque no necesariamente Nayelli debe recibir a sus huéspedes, a ella le gusta hacerlo para que el cliente se sienta más cómodo y mejor atendido. Dice que nunca tuvo una mala experiencia con sus huéspedes y que, normalmente, rentan de a dos personas que pueden ser estadounidenses, canadienses, españoles o de otra parte de Europa. “Todos son jóvenes, de entre 30 y 40 años y viajeros, que quieren conocer nuestra cultura”, cuenta.

Para Nayelli el servicio que ofrece a través de Airbnb le permite tener otro ingreso. “Me viene bien porque de esta forma saco más dinero que si rentara el lugar por meses o años. Además yo elijo la disponibilidad, eso me encanta”, remarca.

Nayelli sabe que podría ganar más dinero si realizara un servicio más personalizado, con ofrecer desayuno, por ejemplo. Pero eso, hoy por hoy, no está en sus planes.- CGO.[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row]

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