Alborotadores en el Hospital Regional de Alta Especialidad

[vc_row][vc_column][vc_column_text]Un reducido grupo de empleados del Hospital Regional de Alta Especial (HRAE), encabezado por Alejandro Solís Campos, líder de la sección 100 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Secretaría de Salud (Sntsa), protagonizó un alboroto en dicho nosocomio.

Con el afán de llamar la atención de cara a la sucesión sindical, Solís Campos y su grupo se apostaron en las oficinas de Gobierno del HRAE, donde trataron de agredir al director del hospital, Rafael Barrera, y autoridades nacionales que lo acompañaban en ese momento al salir de una junta.

No conformes, Solís Campos y su gente colocaron sellos de clausura en el HRAE, dejando atrapados a los directivos, pero también a pacientes que tuvieron que salir por una puerta en la parte posterior, con los consiguientes perjuicios.

De acuerdo con autoridades del nosocomio, entre los manifestantes había unas 50 de cerca de mil 200 empleados en total del Hospital de Alta Especialidad. Entre los alborotadores había gente identificada con el PAN.

Hace tres días, Solís Campos entregó un pliego petitorio de 12 puntos, de los cuales en dos tiene razón parcialmente. Las demandas ya están siendo atendidas por las autoridades nacionales.

El grupo llegó y con una actitud violenta y provocadora solicitaron hablar con el doctor Jaime Barrera, pero se les informó que el director del HRAE estaba atendiendo a Claudia Leija Hernández, directora nacional de enfermeras de hospitales de alta especialidad, y Héctor Olivera Carrasco, subdirector de evaluación de los servicios de enfermeria.

Ante la actitud agresiva que tenían, el doctor Barrera salió a pedirles que se calmaran y fue en ese momento que lo agredieron verbalmente y se armaron los empujones. Incluso hubo intentos de agresión contra los directivos nacionales, que tuvieron que resguardarse en el auditorio.

Aunque el doctor Barrera tiene la facultad de solicitar la fuerza pública en caso de disturbios dentro del hospital, el director optó por el diálogo con los manifestantes.

Más tarde se supo que el escandalo forma parte de la estrategia de Solís Campos para llamar la atención de cara a la sucesión sindical.

En otras ocasiones, el líder sindical ha sido acusado de irregularidades, como la presunta venta de plaza laborales en el HRAE.[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row]

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