[vc_row][vc_column][vc_column_text]Dos días durmió Alejandro López G. con el cadáver de su amigo, el fotógrafo Luis González Contreras, a quien asesinó en la vivienda que ambos compartían en el fraccionamiento Jardines del Norte.
La mañana del martes 19 de diciembre ambos discutieron, al parecer por una deuda, y de las palabras pasaron a los golpes. Aprovechando sus conocimientos de artes marciales mixtas, Alejandro sometió al fotógrafo mediante una llave de lucha hasta hacerlo perder el conocimiento.
Una vez inconsciente lo golpeó con un mazo. Al darse cuenta que su arranque de ira había ido demasiado lejos, en su mente comenzó a idear cómo deshacerse del cuerpo, el cual mantuvo embolsado en la vivienda durante dos días.
Ayer, como informamos, Alejandro fue imputado como responsable del asesinato de Luis Contreras, a quien sus familiares estuvieron buscando desde el día en que fue asesinado.
El cadáver, como informamos, fue hallado la tarde del jueves 28 de diciembre por unos pepenadores, en el basurero de Chelem. Estaba decapitado y desmembrado, es decir, le habían arrancado los brazos y las piernas.
Al ver muerto al fotógrafo, Alejandro decidió deshacerse del cuerpo, y su primera idea fue desmembrarlo para que fuera más fácil la tarea de sacar el cadáver sin que nadie se percatara.
Para ello lo arrastró hacia el baño y ahí lo decapitó y le arrancó los brazos y las piernas. Con total sangre fría embolsó los restos y así los mantuvo dos días en la casa hasta que decidió llevarlos hasta el basurero de Chelem, donde los arrojó.
Sin embargo, no quedó conforme y volvió a Mérida, donde cargó un bulto de cal y regresó al tiradero de Chelem, donde le predió fuego a su amigo y le roció cal.
Alejandro permanecerá en prisión preventiva hasta la audiencia de vinculación a proceso, programada el próximo jueves 4 de enero.[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row]