[vc_row][vc_column][vc_column_text]Luego de meses de guardar silencio ante la petición que le hicieron trabajadores e investigadores de los Institutos Nacionales de Antropología e Historia (INAH) y de Bellas Artes (INBA) para que reflexionara acerca de si Chichén Itzá es el lugar ideal para recibir un homenaje, el compositor y cantante Armando Manzanero Canché respondió ante varios medios de comunicación que, si se puede hacer, sólo “me digan a qué hora y voy; si no se puede, qué pena”.
Y ante el argumento de los académicos de que la zona -declarada Patrimonio Mundial de la Humanidad- puede sufrir daños “irreparables”, aun cuando ya se han presentado ahí varios cantantes, en un video del programa de espectáculos Ventaneando que circula en redes sociales, visiblemente molesto, Manzanero contesta:
“Mire… no me sabe ni me puede parecer -cómo que es para gentes que están débiles de mente o enfermos mentales- que puedan destruirlo cuando que ha estado Elton John (sic). Yo estuve cuando Plácido Domingo, pero ¿sabe qué? ¡Me vale (suena el tiempo) completamente! Si se puede hacer, voy a estar completamente orgulloso; si no… (suena el timbre otra vez, aunque se lee en sus labios un ¡me vale madre!)”.
Según el compositor yucateco, el concierto sigue en pie, pero se ha postergado por demasiados trámites, permisos y para no hace enojar a “fulano de tal dependencia”, aunque omite dar los nombres de los funcionarios e instituciones.
En julio pasado, investigadores, académicos y trabajadores técnicos y manuales del INAH e INBA dirigieron una carta al presidente Enrique Peña Nieto; al secretario de Educación Pública, Aurelio Nuño; a la secretaria de Cultura, María Cristina García Cepeda, y al director general del INAH, Diego Prieto, para expresar su rechazo a que la zona arqueológica de Chichén Itzá se utilizara para rendir homenaje a Manzanero Canché.
“Organizar o pretender hacer por enésima vez un espectáculo en la zona arqueológica declarada Patrimonio Mundial de la Humanidad por la UNESCO en 1988… es atentar contra la memoria y el uso para fines educativos del milenario sitio”, decía el texto.
Y se dirigieron también a Manzanero:
“Distinguido señor Armando Manzanero Canché: Deseamos invitarlo a que reflexione si la Zona Arqueológica de Chichén Itzá es, con lo referido, el espacio ideal para otorgarle a usted un homenaje, ya que, al llevar con orgullo ejemplar en el apellido, pero sobre todo en la sangre, herencia prehispánica, es razón suficiente para poner el ejemplo en respetar la legislación vigente pero principalmente cuidar un espacio que aún es de todos los mexicanos”.
LA LEY NO VALE MADRE
En respuesta a la actitud del compositor, el historiador Felipe Echenique March, quien recientemente presentó en Mérida su investigación sobre Miguel Hidalgo y Costilla, le dice a Manzanero que a su edad tiene derecho a que muchas cosas “le valgan madres” y le detalla:
“El valemadrismo tiene sentido para no abrumarse tanto en tiempos como los que vivimos, en dónde unos cuantos viven muy bien y la inmensa mayoría no goza de esa vida cómoda y placentera. El espectáculo ayuda a mitigar un poco las penas y dolores. No hay duda y quién se puede oponer en su sano juicio o que ello ocurra”.
Pero la aclara la razón por la cual no deben hacerse espectáculos no sólo en Chichén Itzá, sino en cualquier zona de monumentos arqueológicos:
“La ignorancia de la ley no lo exime de su cumplimiento. Creo que usted no sabe que las zonas arqueológicas, antes que cualquier otro título que les quieran dar los publicistas de la televisión y el espectáculo ‘patrimonio mundial’, son bienes nacionales de uso común y dominio público, inalienable e imprescriptible y por lo tanto fuera de los circuitos comerciales, del lucro y de la apropiación temporal o prolongada por parte de particulares.
“Esa disposición jurídica es la que debe observarse para todas las zonas arqueológicas, pero es claro que en este país los que violentan las normas antes que muchas otras personas son los que están encargados de hacerlas cumplir. Para el caso nuestro han sido los presidentes de la República y los secretarios de Educación Pública.”
Puesto que Manzanero ha expresado que es discriminatorio que a otros se les haya permitido y a él no, Echenique le refiere que siempre ha habido rechazo de los investigadores a los conciertos de Pavarotti, Plácido Domingo, Elton John y Sarah Brightman.
Añade el investigador de la Dirección de Estudios Históricos del INAH:
“Déjeme decirle que las denuncias penales y juicios de amparo para que no se llevaran a cabo tales conciertos no progresaron por la corrupción que prevalece en nuestro país, entre los funcionarios de los más altos niveles de gobierno y la iniciativa privada. Pero están las constancias de ellos en notas periodísticas, expedientes en la PGR y en los juzgados.
“Queríamos que lo supiera, porque a nosotros no nos vale madre la ley y su estricta observancia. Nosotros sabemos que a los presidentes, secretarios, magistrados, jueces, ministerios públicos, gobernadores, diputados, senadores, los potentados de este país las leyes les valen madre. Nos sorprendió que a usted también”. (Con información de Proceso)[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row]