40 años de la Teoría de Alvarez o la extinción de los dinosaurios por un meteorito

La extinción masiva del 75 por ciento de las especies en el período Cretácico-Paleógeno -hace 66 millones de años- marcó la transformación del planeta. En 1980, el investigador Luis Alvarez y su hijo Walter propusieron la teoría del K/T o teoría de Alvarez, que establece el impacto de un asteroide sobre la tierra, que ocasionó la extinción masiva de las especies y dio pie a cambios que permitieron la evolución y aparición del homo sapiens.Es preciso establecer que, previa a esta teoría, especialistas e investigadores buscaron muchas respuestas a condiciones cambiantes del clima y las condiciones en las que se transformaron los continentes, las glaciaciones y los cambios climatológicos que han permitido las nuevas dinámicas de vida en la tierra.

A lo largo de los años, científicos y académicos propusieron una amplia gama de opiniones y propuestas que se discutieron para tratar de analizar dichos cambios. No fue sino hasta 1980, que un grupo de investigadores liderados por el físico estadounidense Luis Álvarez, Premio Nobel de Física 1968 y su hijo, el geólogo Walter, que se estableció dicha propuesta, misma que fue publicada en una revista científica en julio de 1982.

La teoría de Alvarez, -Luis Walter Alvarez, San Francisco, Ca, 13 de junio de 1911 -Berkeley, Ca, 1 de septiembre de 1988- se realizó sobre unas muestras geológicas recabadas por todo el mundo de capas intermedias entre los períodos Cretácico y Terciario de hace 65 millones de años, una concentración de iridio cientos de veces más alta que lo normal, propuso la condición de estudiar la forma en que, el iridio habría llegado a nuestro planeta.

Dichos estudios geológicos contemplaron una serie de investigaciones analíticas de los fragmentos de iridio que se encontraron entre la muestras y datadas en 65 millones de años. La investigaciones se centraron en encontrar una capa en la corteza de la Tierra con niveles elevados de iridio. Este elemento químico -iridio- es altamente raro y solo se encuentra en asteroides y objetos extraterrestres.

El debate de los científicos fue amplio para tratar de sostener dicha teoría, según los científicos, no se había encontrado una evidencia de un cráter de entre 150 y 200 kilómetros en la tierra, hasta que, en 1990 se descubrió el cráter de Chicxulub, de poco más de 180 kilómetros de extensión, lo que por fin validó la teoría de Alvarez.

Fue de esta manera que, con la evidencia del iridio, el planteamiento de «hipótesis Álvarez, alcanzó un soporte aceptado, dando paso a una serie de estudios y mediciones para continuar los análisis y aspectos científicos sobre la situación del cráter y las causas y condiciones que han permanecido a lo largo del tiempo.

De esta manera, la teoría de Alvarez confirmó que, conforme la extinción de los dinosaurios y de muchas otras formas de vida habría sido causada por el impacto de un gran meteorito contra la superficie de la Tierra hace 65 millones de años.

Es importante establecer que, el cráter de Chicxulub mide 180 km de diámetro, forma la zonas de impacto más grandes del mundo. Se estima que, el meteorito que impactó a nuestro planeta medía 11 kilómetros de diámetro. Fue descubierto por Antonio Camargo Zanoguera y Glen Penfield, geofísicos que trabajaban en Yucatán para la empresa paraestatal de Pemex en busca de yacimientos, a finales de la década de 1970.

En un inicio, no se encontraron pruebas de la inusual estructura geológica, un cráter de impacto, por lo que se abandonaron las investigaciones y no fue sino hasta 1990, que se unieron ‘las piezas del rompecabezas’ para establecer el punto donde el meteoro impactó a nuestro planeta.

Fue así que, entre las consecuencias del choque, se produjo la extinción de millones de especies, como lo sugiere el límite de la edad del Cretácico, aunque algunos críticos argumentan que, el impacto no fue el único motivo y otros debaten si en realidad fue un único impacto o si en la colisión de Chicxulub participaron una serie de bólidos que podrían haber impactado contra la Tierra aproximadamente al mismo tiempo.

Todo ello, ha dado motivo a numerosas visitas de científicos, geólogos, especialistas en física a Yucatán para conocer más sobre los alcances que se suscitaron con el impacto del cráter de Chicxulub, que cambió la teoría del desarrollo de nuestro planeta y que ocasionó la desaparición de los dinosaurios, pero permitió la aparición de otras especies, entre ellas los homínidos y con ello, los seres humanos.

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