[vc_row][vc_column][vc_column_text]En tan solo dos años, el número de menesterosos en el Centro Histórico de Mérida se triplicó. Calles, aceras, parques y sitios religiosos se incrementan invadidos por personas, principalmente ancianos que demandan limosnas a turistas y transeúntes.
Según el registro municipal, hasta 2015 el número de personas que deambulaban por el Centro Histórico en demanda de limosna eran aproximadamente 100. Sin embargo a la fecha este número se ha triplicado en las arterias de la Plaza Grande, el mercado Lucas de Gálvez, el parque de San Juan, la calle 58 y el perímetro de los paraderos de autobuses de la calle 56.
Las autoridades municipales no establecen el sitio de origen de las personas que se instalan en las aceras, parques, incluso avenidas del norte de la ciudad, pero se considera que no solo locales, por su vestimenta y presencia, que han arribado a la ciudad para solicitar la ayuda solidaria de la sociedad.
En los últimos meses ha crecido el número de personas invidentes, con discapacidad, músicos acompañados de sus hijos, pero principalmente ancianos y músicos y vagabundos.
En 2017 el Ayuntamiento de Mérida realizó un levantamiento para conocer el número de limosneros y menesterosos en el Centro Histórico.
Sobre este tema, el regidor perredista Tonatiuh Villanueva Caltempa, presidente de la Comisión de Grupos Vulnerables del Cabildo, aseguró que hasta 2015 habían menos de 100 personas en esta situación en la zona centro de la ciudad y en la actualidad el número ha crecido mucho más.
Expuso que por votación unánime de esa Comisión se aprobó que el DIF municipal, la Dirección de Gobierno y la Secretaría del Ayuntamiento integren un trabajo detallado para conocer tanto el número de personas que están en esta situación, como de las posibles soluciones para atacar este problema.
Dijo que esta misma semana la Comisión de Grupos Vulnerables del Municipio lanzará una convocatoria al cuerpo académico del estado, organizaciones civiles y los tres niveles de gobierno para exponer esta situación y tratar de hallar las mejores soluciones y atender este problema que crece.
Recalcó que es un gran problema que crece y no se atiende, y es preciso enfrentarlo y tomarlo de raíz para solucionarlo. Argumentó que, las condiciones implican a niños, mujeres y principalmente ancianos que se instalan en las principales calles del centro buscando algunas monedas para subsistir.
Comentó que este mismo fenómeno se está presentado también en las avenidas del norte de la ciudad, donde algunas personas se instalan en las cercanías de semáforos de la calle 60, accesos de la avenida Colón, en el perímetro de Paseo de Montejo, las rutas de Circuito Colonias y el perímetro de las plazas comerciales.
Expuso que el problema debe de ser atendido de manera inmediata y trata de buscar solución a la condición en las que se encuentran estas personas y en su caso establecer mecanismos para atender sus necesidades, ya que, de no atenderse, podrá crecer hasta una situación de apremio por el número que crece cada día, dijo.
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