Qué hacer y qué NO hacer cuando tu mascota se asuste con las bombitas

[vc_row][vc_column][vc_column_text]Mientras descorchamos botellas, brindamos, comemos uvas, ponemos música estridente, encendemos petardos, bombitas y demás fuegos artificiales en el cielo, hay unos habitantes de la casa que la pasan mal, muy mal. Son nuestras mascotas -perros sobre todo y también gatos- hipersensibles a estos festejos que, muchas veces, hasta pueden costarles la vida.

Pero para casi todo hay solución… O por lo menos para hacer llevaderas estas situaciones y que nuestras mascotas no sufran. Ellos presienten el estado de ánimo festivo y ya desde temprano, con las primeras explosiones, se los ve retraídos y huidizos. Sin embargo, cuando dan las 12 –ya sea para Navidad o Año Nuevo- y el cielo explota de colores y olor a fuegos artificiales y bombitas, nuestros perros se ponen tremendamente ansiosos y sufren porque sus oídos no soportan ese tipo de estruendos. Y lo peligroso es que, sin quererlo, pueden hacerse daño.

CINCO O SEIS VECES MÁS SENSIBLES

El doctor veterinario Marcelo Adrián Brito es egresado de la Uady y ejerce la veterinaria en el rumbo de Chuburná desde 1987. Nos cuenta que los perros tienen los oídos entre cinco y seis veces más sensibles que los humanos a la pirotecnia. “Es como si les explotaran una bombita al lado de la oreja, los lastima y hasta muchos llegan a perder el tímpano y quedan sordos”, explica el médico.

El problema no termina ahí. Como el ruido es mucho más estruendoso que para un humano, el animal se asusta tanto que, para dejar de sufrir esa situación, pueden lesionarse. “Una vez tuvimos el caso de un perro que dejaron atado en las fiestas para que no se escapara por los ruidos y, cuando comenzaron las explosiones, se asustó tanto que intentó trepar atado a una barda. No lo logró y se ahorcó”, detalla el veterinario.

La solución está en tenerlos en un lugar seguro adentro de la casa y rodeado de gente porque los perros buscan compañía en estas situaciones, no como los gatos que, además de no tener un oído tan sensible, prefieren huir del ruido y con esconderse solucionan el problema. “Cuando mantenemos a nuestro perro cerca nuestro, lo podemos tranquilizar y eso hará que no se haga daño y se sienta protegido”, dice el médico.

También aconseja, siempre y cuando sea con prescripción de un veterinario, que en casos extremos se los medique levemente con un tranquilizante.

Meridanos más cuidadosos

El veterinario Marcelo creció en Mérida sin estar rodeado de mascotas u otros animales. Sin embargo un día, cuando era adolescente, visitó una escuela agropecuaria y ahí estuvo en contacto con animales. Desde ese momento supo que sería veterinario. Junto con su esposa Marcela, tienen desde hace años una veterinaria, estética y boutique canina en Chuburná.
Recientemente se mudaron a unas cuadras, en la calle 20 N° 151 entre 31 y 33, de la misma colonia.

Es interesante para el veterinario ver cómo, en 30 años, ha cambiado para bien el trato que los meridanos tienen hacia sus mascotas. “Hace años traían a sus animalitos cuando ya no había nada que hacer. Ahora, apenas notan un síntoma, los traen para controlarlos. Además son más conscientes de la medicina preventiva, de la vacunación y de desparasitarlos. Definitivamente hay más conciencia en el cuidado a la mascota”, afirma.

También comenta que, más allá que nuestros perros o gatos son mascotas, no debemos olvidarlos que son animales, no humanos. “Es malo sobreprotegerlos porque se hacen muy dependientes de nosotros. Además debemos respetar los espacios entre ellos y nosotros. Son animales, no humanos, y nunca lo dejan de ser”, afirma.

Marcelo nos cuenta que las enfermedades más normales en mascotas perros hoy día son el parvovirus, el moquillo, la hepatitis y últimamente, las infecciones respiratorias por los cambios climáticos. Por el tipo de vivienda chica que existe hoy en día en la ciudad, el veterinario cuenta que las personas optan por perros más pequeños como el pug, bulldog francés, chihuahua y Shar pei, este último con una enfermedad crónica de hongos en los pliegues de su piel por el calor de esta zona.

Ropa para todos los gustos

Además de contar con una estética canina donde bañan y les hacen cortes a los perros (el estilista se llama Gerer), en “La Mascotina” hay una boutique canina a cargo de Marcela, esposa del veterinario, quien nos cuenta que existen dos temporadas de moda para perros: otoño/invierno (por la que transitamos) y primavera/verano.

“En esta temporada, que se extiende hasta febrero, hay mucha más variedad de modelos para mascotas porque también contamos con disfraces navideños. La demanda es notoria en invierno y el sweater más vendido hoy día es el modelo “Mink”, que viene para todos los tamaños. También hacemos ropa por encargo, como un traje de Star Wars que nos pidieron recientemente”, explica.

Le preguntamos a Marcela cómo se adapta la mascota a estar vestida, sobre todo con el clima yucateco.

“Muchos acostumbran a sus perritos desde chicos a no quitarse la ropa y ni se dan cuenta que la tienen puesta. El calor no es un problema porque las telas que usamos son livianas y adecuadas a este clima”, remarca.
Mientras nos cuenta, llega una mamá con tres niñas, un perro salchicha y un gatito bebé. Los dos animales se fueron vestidos de Santa Claus.- CGO.

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