Las posadas, otra tradición que daba sentido a la Navidad

[vc_row][vc_column][vc_column_text]Para quienes fueron niños en los años 70 y 80, el 16 de diciembre marcaba el inicio de las posadas, que eran unas novenas precedidas de recorridos en los que se pedía posada en tres casas; la última era de la “nochera”, es decir, de la persona que ese día les iba a dar posada a José y María.

Luego de la novena, que por lo general consistía en un rezo breve en el que predominaban más los cantos, al final se ofrecía un refrigerio que en Yucatán se conoce como “toch”, que podía consistir en arroz con leche (la mayoría de las veces), pero también se ofrecían sandwiches de jamón y queso, donas azucaradas o incluso helado, si el inverno era caluroso, como lo fue el de 2016.

Si los recursos de la familia lo permitían, se rompía una piñata y se ofrecía una fiesta más en forma, aunque por lo general el festejo se reservaba para la última noche, es decir, el 24 de diciembre, en casa de la organizadora de la posada.

Cabe precisar que ya para el 16 de diciembre los estudiantes de nivel básico (primaria y secundaria) ya estaban de vacaciones, por lo cual no se perdían ninguna de la posadas de la colonia.

En colonias tradicionales podía haber más de una posada y acudía bastante gente. En ese entonces eran muy contadas las mujeres que trabajaban fuera del hogar y la inmensa mayoría eran amas de casa dedicadas en cuerpo y alma a sus familias, así que también eran infaltables a estos eventos.

Ser nochera era un honor que no cualquiera podía tener, y para los niños ser elegidos como “María” o “José” era igualmente una distinción que despertaba envidias entre los demás chiquillos.

Durante el trayecto se entonaban canciones como “Una bella pastorcita”, “Pastores a Belén” y otras similares que recreaban las peripecias que pasaron María y José para encontrar alojamiento al participar en el censo que ordenó el rey Herodes hace más de dos mil años entre los judíos. “Vamos con María, vamos con José, que por esos montes caminan a pie”.

Como parte del show, en las primeras dos casas donde pedían posada no les abrían la puerta y la procesión se iba cantando: “Ya se va María muy desconsolada, porque en esta casa no le dan posada”.

Por el contrario, en la tercera casa luego de un intercambio de cantos entre los que estaban afuera y los de adentro, entraban cantando: “Entren santos peregrinos, peregrinos, reciban este portal, que aunque es pobre la morada, se les doy de corazón”.

A continuación, la letra completa de la canción para pedir posada:

AFUERA

En el nombre del cielo
os pido posada,
pues no puede andar
mi esposa amada.
No sea inhumano,
ténnos caridad.
Que el Dios de los Cielos
te lo premiará.
Venimos rendidos
desde Nazaret,
yo soy carpintero,
de nombre José.
Posada te pide,
amado casero,
por solo una noche,
la Reina del Cielo.
Mi esposa es María,
es Reina del Cielo,
y madre va a ser
del Divino Verbo.
Dios te pague Señor,
vuestra caridad
y que os colme el Cielo
de felicidad.

ADENTRO

Aquí no es mesón,
sigan adelante,
yo no puedo abrir,
no sea algún tunante.
Ya se pueden ir
y no molestar,
porque si me enfado
os voy a apalear.
No me importa el nombre,
déjenme dormir,
pues que yo le digo
que no hemos de abrir.
Pues si es una Reina
quien lo solicita
¿como es que de noche
anda tan solita?
¿Eres tu José?
¿tu esposa es María?
Entren peregrinos,
no los conocía.
¡Dichosa la casa
que alberga este día,
a la Virgen pura,
La hermosa María

TODOS

Entren Santos Peregrinos, Peregrinos,
reciban este rincón,
que aunque es pobre la morada, la morada,
os la doy de corazón.
Cantemos con alegría, alegría
todos al considerar,
Que Jesús, José y María y María
Nos vinieron hoy a honrar.[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row]

Comparte
Facebook
Twitter
LinkedIn
WhatsApp
Telegram
Notas recientes.

Síguenos

Yucatán Ahora 2024