[vc_row][vc_column][vc_column_text]“Creatividad, mercadotécnica y finanzas, no sólo ciencia y tecnología”, esta fue la premisa llevada a buen puerto del Nodo Binacional de Innovación del Suerte que, después de siete semanas, este martes “no fue clausurado” por el ingeniero Ricardo Bello Bolio, quien, en contra del protocolo, invitó a los 23 equipos que participaron en el Nobi a no cerrar un ciclo, sino más bien a seguir adelante para “hacer de Yucatán y México dos lugares grandiosos”.
Con el uso de la metodología “Innovation Corps” (I-Corps), los equipos participantes se capacitaron en temas de comercialización de soluciones tecnológicas con preparación para estudiar, conocer y comprender las necesidades del mercado y pensar en el consumidor final antes de comenzar el avance tecnológico, a fin de brindar respuestas que se ajusten a esos requerimientos.
Con el Cicy como eje central del Nobi, 10 instituciones trabajaron en equipo para apoyar propuestas de integración de nuevos Nodos Binacionales de Innovación desde agosto hasta el día de hoy lunes, cuando concluyeron las actividades.
Proyectos innovadores yucatecos
Yucatán Ahora platicó con dos grupos de investigadores que trabajaron en sus proyectos y resultaron muy contentos y satisfechos con todo lo que aprendieron.
Uno fue el caso del proyecto “Antibiótico Chile”, presentado por Luis Sánchez Guzmán, líder emprendedor y Georgina Estrada Tapia, investigadora en Bioquímica del Cicy.
“Es un proyecto que propusimos para la capacitación del Conacyt, lo estamos desarrollando en laboratorio y pensamos que podía tener una aplicación en el sector salud. Sin embargo, después del Nobi, nos dimos cuenta que tiene más cabida en el sector de la angroindustria”, señaló Georgina.
Hace aproximadamente un año y después de trabajo de laboratorio, obtuvieron una molécula que está en frutos del chile que tiene un efecto inhibitorio en una bacteria que causa infecciones en humanos.
“Sin embargo, las regulaciones para salud humana en México son muy altas así que, por ahorita no se podría hacer por ese lado. Pero lo que aprendimos en el Nobi nos mostró que en el campo sí se puede aplicar este antibiótico de chile para el cuidado de las plantas”, explicó Luis.
Por su parte Georgina indicó que está demostrado en la literatura científica que estas moléculas defienden a las plantas. “Es por eso que vamos a orientar la investigación por ese lado”, detalló.
Ambos coincidieron en que las actividades realizadas en el Nobi les ayudaron a aterrizar ideas y recorrer nuevos caminos para ver cuáles son las necesidades del mercado.
El proyecto “Jallyskin” fue uno de los más novedosos ya que consiste en desarrollar membranas de piel para tratar a pacientes diabéticos que tienen úlceras provocadas por la enfermedad.
Nayelli Rodríguez Fuentes, investigadora del Cicy, explicó que el proyecto ya tiene dos años de trabajo, que ya está validado en laboratorio y próximamente será probado en animales (ratas, conejos y cerdos) para seguir después con pacientes humanos.
“Generamos una especie de parche que se adhiere a la lesión del paciente para que la misma no sangre, no se reseque ni se infecte. Además la función de la membrana es que la piel se repare”, detalló la investigadora.
Por su parte, Irving Fernández Cervantes, líder emprendedor, señaló que el Nobi les dio una gran oportunidad para no sólo validar el proyecto, sino también para ver que tiene cabida en el mercado para que cubra una gran necesidad y se pueda vender.
“Estamos muy contentos porque nos dimos cuenta que hay un gran mercado y nuestro producto tiene más propiedades parecidas a la piel humana que otras alternativas que existen en el mercado”, remarcó.
Mabel Martínez Candelario es la mentora de negocios del proyecto y señaló que el Nobi les brinda a los equipos un apoyo para realizar las investigaciones del emprendimiento, además de la capacitación recibida que fue de gran ayuda, no sólo profesional, sino también personal.[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row]
