Adolescentes yucatecos, marcados por estigmas de la modernidad

[vc_row][vc_column][vc_column_text]En las dos últimas generaciones, los adolescentes han modificados sus actitudes para exigir nuevas condiciones y estructurar actitudes que se impulsan desde modelos externos a la familia, sostuvo la psicóloga María de Lourdes Paredes Buenfil.

La especialista presentó el tema “La nueva adolescencia, factores sociales y su relación con el conflicto con la ley”, en la marco de un evento realizado en el recinto del Poder Judicial del Estado. Ahí, Paredes Buenfil expuso una serie de acciones y tareas que se evalúan ante las nuevas posturas, formas de pensar y actuar de los adolescentes y sus conflictos con la sociedad.

Destacó que los problemas que viven los adolescentes de estas nuevas generaciones es que, han cambiado sus valores y actitudes, marcando formas de pensar mucho más distantes a las propias y las de los adultos que los rodean en el núcleo familiar.

Expuso que los adolescentes tienen nuevos ídolos, ya no le dan importancia a su persona, imagen y tienen características de modelos que se emiten desde otras estructuras sociales, fundamentalmente capturadas a través de medios de comunicación, redes sociales y estigmas de la modernidad.

Indicó que, las modificaciones a esas actitudes de advierten desde problemas psico-biológicos, con rituales y formas de pensar estructurados en información y estereotipos que mutan constantemente para permanecer en un ciclo (moda).

Los adolescentes actuales tienen cambios fisiológicos que marcan sus pautas, pero pocas veces advierten que estos cambios los muestran vulnerables como sucede en sus actividades escolares, en su núcleo familiar y en sus interacciones en grupos sociales (redes informativas, páginas y grupos de comunicación electrónica).

La adolescencia mexicana, según repuso la conferencista, esta poco consciente del valor de las leyes, de ahí que, muchas veces pueda transgredir aspectos legales, en donde los valores aprendidos en el núcleo familiar y el entorno, tampoco son corresponsable de la actitud de los próximos adultos.

Paredes Buenfil explicó que, los factores de riesgo para los adolescentes actuales son mayores, debido al poco valor de razón con el que aplican criterios y mecanismos educativos. Por ello, el número de menores infractores va en crecimiento, destacó.

En su ponencia, la docente detalló que según cifras y estadísticas sobre el tema educativo realizado en 2014, encuentran que, el 95 por ciento de los jóvenes buscan la información que requieren en redes sociales y televisión. En cifras aportadas por la conferencista, en ese mismo año, se presentaron en Yucatán, 16 mil 800 casos de menores infractores, el 93 por ciento varones y el 7 por ciento jovencitas.

De los registros establecidos anteriormente, los delitos registrados son: 35 por ciento robo, por señalar el más significativo. Explicó que, a través de los medios de comunicación, la violencia se ha ido asimilando como socialmente aceptable, debido a la cantidad de hechos de violencia que se publican y difunden y se entienden como “normales”.

Argumentó la psicóloga, que aun y cuando se han realizado estudios sobre distintos temas, hay carencia de información, para darle un mayor propósito y mecanismos de reflexión a los problemas que viven los adolescentes de esta generación y cuyos compromisos, con la sociedad y con ellos mismos van variando en sus expectativas y formas de entendimiento.

Puntualizó que los adolescentes están más expuestos a vicios, el más importante es el alcohol, después el tabaquismo, pero no tan lejos la farmacodependencia, dijo. Insistió en la necesidad que el núcleo familiar se consolide y se adviertan estos problemas a fin de que sea el primer punto en la educación de los jóvenes, de esta manera darles capacidad de conocimiento e información para crecer de manera más sana y comprometida.

Agregó que el núcleo familiar tiene que ser más inclusivo, abierto y receptivo a los cambios que se presentan, pero de la misma forma exigente de los valores establecidos en la educación familiar. Abandonar los mecanismos de sobreprotección para los adolescentes, abriendo las condiciones a exigir mayores respuestas en comportamiento y comunicación, repuso.

El 95 por ciento de los adolescentes, está expuesto a la violencia, desde los medios de comunicación y redes sociales, hasta en los mismos espacios escolares,dijo. De ahí la necesidad de informar y establecer aspectos más cercanos y comunicativos de los problemas que viven, de sus formas de entender y explicar sus circunstancias, son una medida para enfrentar estos retos en la familia, concluyó.[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row]

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