[vc_row][vc_column][vc_column_text]A diario, el tráfico matutino rebasa la capacidad del puente del Periférico con la salida a Progreso, lo que ocasiona que se formen cuellos de botella ante la gran cantidad de automovilistas que concentran ahí al mismo tiempo.
El problema se presenta principalmente a la hora pico previa a la entrada a clases, pero también en menor grado en otros momentos del día.
Las cosas se complican porque el Periférico tiene tres carriles pero al llegar al puente se reducen a dos, lo que ocasiona que haya una auténtica “pelea” entre los automovilistas por ganar los espacios.
El caos vial se agrava porque en su afán de ganar el paso, irremediablemente todos los días ocurre al menos un choque por alcance, lo que propicia que se paralice el tránsito hasta que los involucrados lleguen a un acuerdo. En ocasiones han ocurrido carambolas de hasta cuatro vehículos.
El puente de la salida a Progreso, el primero que se construyó en el Periférico, sólo tiene dos carriles, lo que ya resulta insuficiente para el número de vehículos que se concentran en las horas pico.
En opinión de usuarios que transitan por ahí a diario, ya hace falta una modernización del puente y en general del Anillo Periférico, una obra que se comenzó en los tiempos del gobernador Francisco Luna Kan (1975-1981).
Durante mucho años fue una vía de un solo cuerpo hasta que en los tiempos de Dulce María Sauri (interinato 1991-1993) se construyó el segundo cuerpo cada uno con dos carriles.
En los sexenios de Víctor Cervera Pacheco (1995-201) y Patricio Patrón Laviada (2001-2007) se hicieron diversas mejoras que incluyeron las ampliaciones de carriles y la construcción de más puentes.
La última gran obra en el Periférico fue la iluminación durante el periodo de Ivonne Ortega Pacheco (2007-2012).
En lo que va del sexenio de Rolando Zapata no se han hecho mejoras más que los puentes ya proyectados y que corrieron a cargo de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes.[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row]
